martes, 8 de diciembre de 2015

El amor romántico en la literatura infantil


Echando un vistazo a todas las historias de literatura infantil que estoy leyendo estos días, veo con consternación el rol que los personajes femeninos desempeñan en ellos. Sobre todo en los textos paraliterarios y, muy especialmente, en los cuentos folclóricos tradiciones y los de nuevo cuño que siguen los esquemas analizados por Propp en su libro Morfología del Cuento (1928).

Muy acertadamente, en los apuntes de la asignatura se dedica un apartado a tan delicado tema, justificando de alguna manera el hecho de que los cuentos folclóricos fueron escritos en una época en la que el feminismo no era para nada bienvenido ni tolerado. (Edurne, 2015) Hasta ahí estoy de acuerdo: los textos fueron escritos en una época anterior a que se reconociera que la mejore tiene que tener los mismos derechos, libertades y oportunidades que el hombre, de ahí el machismo latente en ese tipo de relatos. 

Sin embargo, no estoy de acuerdo con el análisis que se hace de Cenicienta. De acuerdo que se tiene que enfrentar con sus hermanastras, hacerse valer delante del príncipe y dejarle un zapatito al príncipe para que fuera a buscarla. Para mí toda esa supuesta bravura de Cenicienta se va al garete cuando el único fin y objetivo que tiene es “cazar” al príncipe azul. Puedo entender que fuera el sueño de las niñas de aquella época, pero seguir leyendo las mismas historias sin ponerlas en perspectiva con la realidad actual me parece un error.

Los cuentos folclóricos “tienen una función iniciática que forma parte del proceso de socialización del que forman parte el mundo afectivo del narrador y del receptor” (Bettelheim, 2010). Por supuesto que puede ayudar al niño mediante “mensajes al consciente y al subconsciente hablándole de las presiones más graves y explicándoles que hay soluciones a los problemas” (Bettelheim, 2010), pero también es cierto que socializan al niño a través de unos arquetipos que va asimilando a medida que avanza en su proceso de socialización, mediatizando el rol social que acabará adoptando el niño cuando se transforme en adulto. Por eso hay que tener cuidado con los arquetipos anticuados que a menudo usa la literatura folclórica, para no perpetuar roles que no tienen lugar en la sociedad de hoy en día.

Estoy de acuerdo con Coral Herrera cuando dice que "el amor romántico perjudica seriamente la igualdad, porque sigue representando a los hombres y las mujeres como seres diferentes con roles opuestos pero complementarios.” (Herrera, 2007). En la gran mayoría de la literatura infantil donde se presenta una pareja, el rol masculino son príncipes azules activos, fuertes, protectores, y el rol femenino es representado como princesas débiles, sensibles, y desprotegidas. Por muchos pesares que pase la princesa, al final solo verá recompensado sus esfuerzos si el príncipe azul la elige como su esposa, siendo el día de su boda el día más feliz de su vida.

Si bien socialmente esta división de roles dentro de la pareja amorosa va cambiando paulatinamente, gracias al avance del feminismo y a las políticas y las leyes de igualdad, los cuentos que nos cuentan siguen siendo los mismos. Películas, canciones, novelas, series de televisión, siguen repitiendo hasta la saciedad el mismo modelo de dependencia amorosa heterosexual, dual, monogámica, como la quintaesencia de la felicidad. Por eso es necesario inventar otros cuentos, que desmitifiquen los valores tradicionales basados en la posesión, que se muestren otras formas de relacionarse. Si solo nos quedaos en los cuentos tradicionales de príncipes y princesas, estamos perpetuando la transmisión del rígido patrón de hombres fuertes y decididos y mujeres débiles y sumisas.

El amor romántico que impregna este tipo de literatura conlleva una serie de mitos alrededor del amor que hace que los adolescentes no sean capaces de gestionar de manera correcta sus sentimientos hacia su pareja (romántico, 2015). Quizás hace un par de siglos los cuentos populares eran fiel reflejo de la sociedad y los roles simbolizados por sus personajes cuadraban perfectamente con el rol del hombre y la mujer en dicha sociedad, pero hoy en día considero que no se puede permitir que los adolescentes crean a pie juntitas los siguientes mitos:

- Mito de la omnipotencia del amor
- Mito de la compatibilidad del amor y el maltrato
- Mito de la "media naranja"
- Mito de la perdurabilidad
- Mito de la posesión y exclusividad

Como se puede ver en el estudio de la revista Fundación Mujeres entre chicos y chicas de 14 a 16 años, un 70 % de los chicos y un 75% de las chicas consideran que el maltrato puede ser una prueba de amor. Además, el 68,5 % de los entrevistados creían que “el desarrollo personal está fuera de nosotros mismos, en otra persona que nos hará completos”. Es decir, un 68,5 % se considera a sí mismo como “la mitad de algo” y busca alguien que cierre ese círculo (romántico, 2015)

Por supuesto los cuentos tradicionales no son las únicas fuentes de las que bebe el amor romántico ya que el niño se encuentra expuesto a parte de la sociedad que se empeña en mantener el papel del amor tal y como se ha explicado a lo largo de los siglos. (romántico C. p., 1993) ¿Tienes novio ya?. Es una pregunta muy corriente entre los adultos y las niñas de 4 o 5 años de edad. Siempre se hace en tono de broma, como para avergonzar a la niña o al niño, pero tiene un significado muy profundo. La pregunta encierra una trampa muy concreta que se pone al descubierto cuando la niña dice tener dos novias o el niño presume de tener cuatro novios. La pregunta se hace en singular porque no se espera que los niños salgan homosexuales y las niñas poliamorosas, y se hace siempre con la figura del amado/a una oposición de género: a la niña le preguntan por su novio, al niño le preguntan por su novia. La palabra “ya” indica que en algún momento tendrá que empezar a imitar a los adultos en esa costumbre de emparejarse de dos en dos, siempre con alguien del sexo contrario. Y que cuanto antes lo haga, mejor. (Herrera, 2007)

En definitiva, considero que la figura del amor romántico de los cuentos tradicionales ha quedado obsoleta y habría que trabajar en el aula el concepto amor desde un punto de vista más real y abierto. Por supuesto que los cuentos tradicionales y otro tipo de paraliteratura deben tener espacio en el aula, pero considero que se tiene que mezclar con otros cuentos que muestren otras realidades más cercanas a la sociedad actual. No podemos condicionarlos con unos roles que vienen del pasado y que encorsetan su desarrollo como personas desde la primera infancia. 


Bibliografía

Bettelheim, B. (2010). Psiconanálisis de los cuentos de hadas. Barcelona: Editorial Crítica.
Edurne. (2015). Literatura española, literatura infantil y educación literaria. Madrid: La Salla.
Herrera, C. (2007). El amor romántico perjudica seriamente la igualdad. Madrid: Haika.
romántico, C. p. (1 de Mayo de 1993). Psicothema. Recuperado el 8 de Diciembre de 2015, de http://www.psicothema.com/pdf/1137.pdf: http://www.psicothema.com/pdf/1137.pdf
romántico, C. y. (8 de Diciembre de 2015). http://www.fundacionmujeres.es. Recuperado el 8 de Diciembre de 2015, de Fundación mujeres: http://www.fundacionmujeres.es/files/attachments/Documento/46001/image/_BOLETIN%20FM%2093.pdf



Historia de Nadas

Historia de nadas



Título: Historia de nadas
Autor: Andrés Barba
Ilustrador: Rafa Vivas
Editorial: Siruela
Fecha 1ª edición: 1982
Edad en la que me baso para realizar este análisis: 7-8 años





Criterio para seleccionar el libro

Cuando encontré Historia de Nadas andaba buscando un libro para niños de 6-7 años, más cerca de los 7 años que de los 6. Se trata del momento en que los niños van seleccionando libros más complicados, en los que las ilustraciones ya no acompañan tanto a la historia y el texto es el principal referente para el desarrollo de la trama.

Según la recomendación de Thais, La Mar de Letras, Historia de Nadas cumplía con los requisitos, recomendándomelo para 7-8 años que, aunque era una edad más tardía de lo que llevaba en mente, podría valer para ese libro que se adaptara al periodo de transición que andaba buscando. La historia era atractiva, muy atractiva, y en un primer vistazo, la longitud del libro, así como la proporción texto-ilustraciones y el tamaño de la letra se amoldaba a lo que andaba buscando.


Formato del libro 

Lo primero que se ve en la portada del libro se ve una escalera muy larga que sale de la tierra y llega hasta el cielo. Al final de a escalera hay dos personas, la de abajo sujetando a la que tiene encima, que apunta a un cielo estrellado con su brazo derecho. La escalera se apoya sobre una representación del mundo en la que podemos ver un barco, una montaña, una ciudad y un globo volando.

Los personajes encaramados en la escalera dan un punto de misterio: ¿qué harán en una escalera tan larga, tan larga que sale de la tierra y pueden tocar las estrellas? Creo que los niños de alrededor de 7-8 años se harán la misma pregunta y la curiosidad por encontrar la respuesta se despertará en su interior. Seguramente más de un niño desea tener una estrella tan larga que le permita subir a las estrellas. Por otro lado, el barco, la montaña y el globo que aparecen alrededor de la representación del mundo adelantan aventuras que quizás ayuden a resolver el misterio de la escalera, acrecentando la curiosidad por saber qué pasa en el libro para que la portada adquiera significado. 

Como veis, la portada en sí misma puede ser un ejercicio de preparación y animación a la lectura. Es una ilustración simbólica, que puede tener muchos significados porque en sí misma es un absurdo, pero que engancha muy bien con el estado evolutivo del niño, que se encuentra a los 7-8 años en esa transición en la que el simbolismo se debate entre la fantasía y las operaciones concretas. (Santrock, 2006)

Es un libro de 14x21 cm, tamaño conveniente para las manos del joven lector, aunque el hecho de que sea una edición con pastas blandas y satinadas pueda provocar que se caiga de las manos con facilidad. Seguramente los niños se encuentren más cómodos leyéndolo apoyado en una mesa o tumbados o sentados usando alguna parte del cuerpo como punto de apoyo. Habría que tener en cuenta este punto para estar atentos a la comodidad de los muchachos mientras leen el libro

El libro tiene 108 páginas, de las que la historia ocupa unas 90. Como ya he comentado, el texto es el verdadero motor de la historia y ocupa el 90% de la extensión. El tamaño de letra es grande, por lo que los niños no deberían asustarse por la extensión del ejemplar, aunque como siempre hay que estar pendientes de las reacciones de cada uno de ellos cuando coja el libro.

Las ilustraciones merecen un tratamiento especial. Sinceramente, creo que son ilustraciones para lectores mayores que la edad a la que va destinada la historia. Son ilustraciones oníricas, demasiado simbólicas para el incipiente pensamiento simbólico del niño de 7-8 años. Son bonitas, desde luego, pero habría que preguntar a los muchachos por el significado que encuentran a las ilustraciones para asegurarse de que no les desvían de la comprensión del texto. 





Contenido

La historia principal del libro nos cuenta que una noche, de repente, las estrellas del tranquilo pueblo de Nadas se apagan, quedando únicamente un pequeño punto blanco en el firmamento que "no sirve para nada”. El alcalde Doscinturones organiza un grupo formado por el valiente e inteligente Maderito, el fuerte boxeador y él mismo para ir a buscar a los tres sabios para que les den la solución. En su peligrosa aventura, se tendrán que enfrentar a tres desafíos: la puerta de los acertijos imposibles, el bosque de las cosquillas invisibles y el pasillo de los botones y los miedos. Tras superar exitosamente las tres pruebas, los sabios les dicen que la solución pasa por construir una escalera muy grande hacia el cielo hasta alcanzar el puntito blanco que ha quedado en el cielo, que no es otra cosa que el interruptor de la luz de las estrellas. Una vez alcanzado, bastará con encenderlo para que las estrellas vuelvan a brillar.

Realmente, es un libro complejo para poder destacar un único contenido o situación con el que los niños puedan identificarse. A lo largo del libro hay un conjunto de situaciones fácilmente reconocibles por los niños de 7-8 años en las que subyacen valores y conflictos morales a los que se enfrentan en su día a día, cada vez más social. Bajo mi punto de vista, nos encontramos ante un libro no literario, en el que todas las historias tienen unos contenidos moralizantes que buscan modelar deliberadamente el comportamiento moral del lector dentro de un entorno social y cultural determinado.

La historia principal del libro nos cuenta que una noche, de repente, las estrellas del tranquilo pueblo de Nadas se apagan, quedando únicamente un pequeño punto blanco en el firmamento que "no sirve para nada”. Es un lance que los niños a esa edad conocen muy bien: de repente, se enfrentan a un problema para el que no tienen solución. Para solucionarlo, tratan de buscar ayuda, primero investigando por sí solos las pistas con las que cuentan, y, si no son capaces por si solos, buscan ayuda. En la primera infancia, el niño busca ayuda normalmente una figura parental de referencia como pueden ser los padres o el profesor, pero el niño de 7-8 años se ha convertido en un aprendiz de convivencia en grupo, por lo que cuenta ahora además con su grupo de iguales al que pedir ayuda para la resolución de un problema. (niño, 1986)

Por eso les parecerá normal que la solución del alcalde Doscinturones sea organizar un grupo formado por el valiente e inteligente Maderito, el fuerte boxeador y él mismo para ir a buscar a los tres sabios para que les den la solución. Aquí es donde se produce una constante a lo largo del libro: los valores del trabajo en equipo. A pesar de las cualidades magníficas que tienen alguno de los personajes por separado, ninguno podría resolver los problemas a los que se enfrentan si no es en grupo: un pequeño grupo es el que se aventura para encontrar la solución del problema, el pequeño grupo supera las dificultades de la aventura porque suman individualidades, los sabios que dan con la solución al problema son realmente tres sabios, y finalmente todos los habitantes de Nadas tienen que colaborar con su aportación individual para encontrar una solución grupal que no sería exitosa si uno de ellos no participara. De hecho, el desenlace en el que Gregor y Maderito consiguen alcanzar el interruptor y volver a encender las estrellas es un canto a la amistad, al nadie es más que nadie. Una escena llena de simbolismo en el que se alcanza el clímax del éxito a través de la colaboración entre iguales.

Los niños de 8 años han dejado atrás la etapa egocéntrica, pero se encuentran todavía en el conflicto por determinar dónde encajan dentro de la sociedad y más concretamente, dentro del grupo de amigos y compañeros del colegio. El autor, a través de las historias secundarias, da unas pautas de comportamiento que aleccionan moralmente al niño a comportarse de una manera determinada ante situaciones de conflicto con otros componentes de la sociedad. (niño, 1986)

  
Historias secundarias

Realmente, cada una de las pruebas que tiene que pasar los aventureros son en sí mismas una historia independiente que el autor utiliza para meter su cuña moralizante:

La puerta de los acertijos imposibles está custodiada por dos enanos que saltan constantemente chocándose entre sí. El niño lo puede relacionar con alguna persona que siempre le hace de rabiar, alguien de su entorno que le resulte desagradable porque le ponga en evidencia. Para traspasar la puerta deben acertar tres acertijos. Los dos primeros son acertados por Maderito con alguna dificultad, pero para el tercero el boxeador se ofrece para resolverlo. Tanto Doscinturones como Maderito tragan salida porque no confían en que el boxeador sea capaz. Es la típica situación en la que el niño, que empieza a funcionar en grupo, ve como el destino del grupo -en el que está incluido- depende de otra persona que cree menos capacitada que él (si el lector se identifica con Doscinturones o Maderito) o se echa la responsabilidad de salvar al grupo sobre sus espaldas (si se identifica con el boxeador). Finalmente el boxeador acierta la adivinanza, con lo que los niños que se han identificado con Maderito y Doscinturones descubren que también otras personas pueden solucionar problemas, aunque a priori no lo parezcan. Del mismo modo, los que se vean menos capaces y se hayan identificado con el boxeador, reforzarán su autoconfianza en sí mismos al verse también capaces de salvar a un grupo en el que ellos mismos se habían asignado el papel secundario.

Para superar el bosque de las cosquillas invisibles, ninguno de los tres puede reírse mientras lo atraviesa. Sin embargo, cada uno empieza a reírse de las desgracias que les van sucediendo a los otros dos hasta que el boxeador se da cuenta de que se están riendo del infortunio del prójimo y todos se ponen muy tristes. Cualquier niño puede entender este sentimiento, sobre todo si le ha tocado ser objeto de burlas por parte de los demás. Ninguno de los personajes es consciente del daño que le están provocando a la persona de la que se están riendo hasta que súbitamente caen en la cuenta. En ese momento cesan de reírse porque ya no le ven la gracia y se ponen tristes porque son capaces de ponerse en el sitio del otro. El boxeador lo expone de forma clara: “Esto es horrible, esta risa no es una risa buena. […] Yo lo sé porque la gente se ríe de mí porque soy un boxeador que nunca ha boxeado, y eso me hace sentir muy triste. Fijaos, Maderito, Alcalde, os estáis riendo del sufrimiento de los demás.” Me parece genial cómo el autor expone la empatía, el ponerse en lugar del otro, y cómo exhorta a la manifestación de los sentimiento. De esta manera, el niño que se sienta echado de menos recibe el permiso del libro para poder exponer sus sentimientos de manera clara: “Os estáis riendo de mí”. Y cómo el que se ríe de los demás recibe una forma de culpa en la que no hay censura ni castigo, solo autoconocimiento y forma de superarlo: no hacerlo más.

En la prueba de el pasillo de los botones y los miedos, nuestros tres personajes tienen que enfrentarse a sus miedos. Realmente, no se trata de miedos que vengan del exterior como puedan ser animales, sonidos u oscuridad, sino a su propio autoconcepto. Al pulsar un botón, cada uno de ellos se ve enfrentado a la imagen que creen que proyectan en los demás (o la manera que creen que tienen los demás de verlo). Así, el fiero boxeador se vuelve enclenque, el alcalde seguro de sí mismo se vuelve supergordo y Maderito se empieza a transformar en árbol. Pero realmente nadie los ve así, tal y como queda reflejado en los comentarios de sus compañeros de viaje, gracias a los cuales superan sus miedos. Quizás el propósito no esté conseguido del todo, pero seguro que los niños empiezan a plantearse que esa imagen interna que tienen de sí mismos no tiene por qué corresponderse con la realidad. (Rigon, 2002)

La historia del viejo Gregor es la última del libro. Es un viejo cascarrabias que un día se dijo a sí mismo:”Nadie me ayuda, así que yo no ayudaré a nadie nunca más”. Cualquier niño de 7-8 años, incluso algo más mayores,   todavía sufre este conflicto para superar el egocentrismo y convertirse en un ser social: no siempre las cosas pueden ser como uno quiere, y si se continua pensando así se acabará solo y amargado como el viejo Gregor. El orgullo de Gregor que le impide dar su brazo a torcer, que puede más que la voz de su interior que quiere verdaderamente ceder para poder abandonar la soledad y poder integrarse con sus iguales, refleja el conflicto interno de los niños de esa edad para resolver las diferencias de opinión dentro del grupo. Para mí, el autor describe esta situación de manera magistral en el niño-viejo Gregor. 

Finalmente, el encuentro entre Gregor con Maderito, en el que los dos exponen sus sentimientos de manera franca, consigue que Gregor cambie su comportamiento y supere ese conflicto interno, integrándose en el grupo de Nadas. De nuevo, el autor dicta cuál debería ser la norma del altruismo, cuando Maderito le da la receta de la felicidad a Gregor: “No puedes ser feliz si no haces cosas por la gente. Debes coger una cosa que quieras mucho y regalarla.“ Aunque me parece un buen comienzo para tratar el egoísmo-altruismo, no veo que siempre tenga que ser así.

Hay una historia secundaria que comienza en la introducción del libro y que vuelve a surgir en la parte del desenlace: la historia de Jimena . Representa el amor romántico, que parece que no puede faltar en los relatos infantiles y al que dedicaré mi siguiente post del blog. Maderito se siente embelesado por una chica, Jimena Delalmena, que le nubla la vista y le hace sentir extraño. Desde ese encuentro, Maderito solo piensa en Jimena, en rescatarla de la almena donde la tienen confinada sus padres y llevarla a jugar al fútbol con él. Aunque hay matices que renuevan el mito del amor romántico, la historia entre Jimena y Maderito sigue los mismos rígidos estereotipos de las historias de amor tradicionales: la mujer es pasiva y se encuentra en una almena esperando a su príncipe azul, tal y como le ha ordenado su padre. (Herrera, 2007) Maderito tiene que demostrar su valentía y salvar al pueblo para que el padre de Jimena le reconozca como héroe-príncipe azul y permita a Jimena salir de la almena para jugar al futbol. Pero claro, Jimena no quiere ya jugar al futbol sola, ya solo quiere jugar con Maderito y que Maderito le de el pase de gol..Sin comentarios. Una historia en apariencia inocente, pero detrás de la cual se perpetúan los roles de siempre.


Estructura

El libro está estructurado en torno a la estructura típica de introducción, nudo y desenlace. Podríamos decir que es una historia lineal, sin idas y venidas en el tiempo, aunque el autor recurre a dos breves flashblack: el primero lo usa para contarnos la historia de cómo nació Maderito y en el segundo nos da detalles para que entendamos cómo el viejo Gregor se olvidó de reír. A pesar de contar con una estructura típica de introducción, nudo y desenlace, la historia es compleja por la estructura que tiene. Por mucho que la historia principal sea la desaparición de las estrellas y la búsqueda de una solución para permitir que vuelvan a brillar en el cielo, hay muchas historias secundarias sin aparente conexión entre sí, centradas cada una de ellas en unos personajes en concreto que convierten muchas veces la historia principal en un mero pegamento de pequeñas historias independientes entre sí. Aparte de los flashback, el número de historias secundarias, así como la riqueza de emplazamientos donde transcurre la acción y el número de personajes, nos sitúa claramente ante un libro para niños ya iniciados en la lectura. 

El libro consta de una introducción larga en la que se nos presentan los distintos personajes que habitan Nadas. Algunos de dichos personajes tendrán un papel protagonista en la historia principal, mientras que otros solo aparecen para ayudar a crear la atmósfera de bienestar y buena convivencia de Nadas. No obstante, todos los personajes son presentados usando una breve historia en la que son los protagonistas. Así se nos presenta a Jimena Delalmena a través de su encuentro su encuentro con Maderito; el flaco poeta Lacleta y su mujer la gorda Pelotona son presentados a través de su amorosa convivencia; el alcalde Doscinturones y el boxeador aparecen en una historia común; los enanísimos representan una escena ocurrida el día anterior y el pintor pinturero es salvado por Maderito de una situación comprometida.

El nudo comienza con la desaparición de las estrellas. Ahí comienza el peligroso viaje de Maderito, el boxeador y el alcalde en busca de los tres sabios. La historia se convierte en una línea temporal en la que los aventureros se van desplazando por distintos lugares para enfrentarse a las pruebas que permiten llegar al sitio donde viven los tres sabios. Una vez conocida la solución, deben volver al pueblo para ponerla en práctica, aunque una vez en Nadas les queda una última prueba: convencer al viejo Gregor.

Es curioso que el desenlace vuelve a mostrar a Nadas tal y como era al principio de la historia: un pueblo tranquilo en el que sus habitantes viven felices. 


Personajes

Boxeador: Quiere pelear, pero nadie quiere pelear con él y consideran que pelearse es aburrido. Ante la negativa, el boxeador quiere irse al país de los boxeadores, que está en un sitio indeterminado “al otro lado del mar”, pero nunca se van Es como los niños más pequeños, que ante la negativa de sus deseos dejan de respirar, pero en cuanto se les pasa, continúan con la vida en sociedad.

El alcalde Doscinturones, que era tan gordo tan gordo que no podía andar y se desplazaba rodando. Su madre estaba muy orgullosa de él porque se había convertido en el alcalde. A nadie en el cuento le importa que el alcalde fuera gordo, y todo el  mundo le quiere y acude a él cuando tiene un problema. Es como la madre de todos los personajes del pueblo, la persona a la que todos acuden. No obstante, si el problema no se resuelve con la palabra, Doscinturones tiene que acudir a Maderito. 

Maderito es un niño que había nacido de una raíz. El nombre en diminutivo ya predispone a los lectores a sentirse identificado con él. Cuando lloraba se convertía en árbol, que puede ser percibido por los niños como un ser inerte (Piaget - animismo), por lo que no quieren llorar. El propio Maderito no quiere llorar porque se convierte en árbol, pero no puede evitarlo en determinadas situaciones. No obstante, se refuerza positivamente que, a fuerza de no llorar, Maderito se convirtió en la persona más valiente del pueblo. No me gusta esta asociación porque puede llevar a que el niño no exprese de manera genuina sus emociones. Una cosa es reforzar positivamente que no se puede llorar por “comer cosas que no le gustaban”, pero otra muy distinta es afirmar que “como hacía tanto esfuerzo por no llorar para no crecer como un árbol, Maderito acabó convirtiéndose en el muchacho más valiente del pueblo de Nadas”. Detrás de esta afirmación, un niño que necesite llorar para expresar sus miedos o tristezas, puede optar por empezar a fabricarse una máscara de dureza en la que se autoprohíba llorar para parecerse más a los héroes que nunca lloran. (niño, 1986) Esos niños acabarán desarrollando un autoconcepto problemático en la adolescencia, donde el conflicto entre su yo verdadero y el yo aceptado en el grupo, en caso de no estar en concordancia, le planteará un conflicto emocional muy peligroso. Hay numerosos estudios en los que se relacionan la depresión clínica con problemas de conciliación entre el autoconcepto y la realidad (Rigon, 2002). Si el niño se ha creado un autoconcepto de invencible, de héroe, cuando llegue a la pubertad y a las primeras rupturas sentimentales o fracasos escolares, ese aura de invencible y no poder llorar chocará brutalmente con el mundo real en el que todo es más complicado y en el que unas emociones verdaderas y una forma de expresarlas genuinas serán claves para llegar a una vida adulta sana.

Gregor. Es un viejo cascarrabias que un día se dijo a sí mismo:”Nadie me ayuda, así que yo no ayudaré a nadie nunca más”. Cualquier niño de 7-8 años, incluso algo más mayores,   todavía sufre este conflicto para superar el egocentrismo y convertirse en un ser social: no siempre las cosas pueden ser como uno quiere, y si se continua pensando así se acabará solo y amargado como el viejo Gregor. El orgullo de Gregor que le impide dar su brazo a torcer, que puede más que la voz de su interior que quiere verdaderamente ceder para poder abandonar la soledad y poder integrarse con sus iguales, refleja el conflicto interno de los niños de esa edad para resolver las diferencias de opinión dentro del grupo. Para mí, el autor describe esta situación de manera magistral en el niño-viejo Gregor. 


Personajes secundarios

Pintor pinturero. Se mete en un buen brete cuando escala una roca para pintar un paisaje, pero luego n puede bajar. Es un toque de atención para los lectores más desobedientes, para aquellos que llevan sus ansias de exploración más allá de lo sensato. Cómo no, es Maderito quien les resuelve el problema. 

Poeta Lacleta y su mujer la gorda Pelotona. Son personajes felices, él muy delgado y ella muy gorda. De nuevo, los muchachos con más complejos por su apariencia física pueden encontrar consuelo en estos personajes. Alejados de los estereotipos de belleza (uno es muy delgado y la otra muy gorda), son felices y, lejos del mensaje de la sociedad actual para aquellos que no cumplen con lo cánones de belleza, han encontrado una persona con la que compartir su vida. Hablan usando poesía lo que viene muy bien para presentar el género a los más pequeños. Son versos con pareados asonantes o consonantes, sin ninguna figura literaria y con un vocabulario simple, muy sencillos de entender por los niños. Es una historia secundaria que se encuentra en la introducción del libro, cuando se está describiendo el pueblo y la vida cotidiana de sus moradores.

Los enanísimos. Son unos personajes muy pequeños que son réplica de todos los habitantes del pueblo. Viven en una maqueta de Nadas y reproducen todo lo que pasa en el pueblo el día anterior. Puede enganchar con el sentimiento de los niños de repasar lo que han hecho para ver si era correcto o no, con el deseo de vivir siempre en lo que les gusta. También puede enganchar con el deseo de dominar el tiempo y las personas a su antojo. Tener la idea de que hay un sitio donde acudir para subsanar errores del pasado puede ser atractivo. Sin embargo, el concepto de que los propios habitantes del pueblo estén dominados por la voluntad de otro ser superior no creo que sea comprendido por los pequeños y, al añadir este punto de complejidad, creo que el rol de los enanísimo se aleja de la mente de los niños de esas edades para entrar en un concepto de transcendencia más próximo al mundo adulto.

Jimena Delalmena. Es la chica más guapa del pueblo y vive en una torre. Sus padres no la van a dejar salir de ahí hasta que encuentre a su príncipe azul, aunque ella quiere ser jugadora de futbol. Engancha con los deseos prohibidos de los niños, con todo aquello que ellos quieren y que los padres no les permiten. Aquí hay ora historia secundaria cuando Maderito se encuentra con Jimena Delalmena y se enamora, enganchando con los primeros deseos de los niños por los niños hacia los que se sienten atraídos. De nuevo la pareja es heterosexual, y es la niña la que tiene un papel pasivo, representada en la alto de una almena, y es el chico, Maderito, quien sube la almacena y le dice a Jimena lo guapa que es. La innovación está en que es Maderito quien queda turbado por la belleza de Jimena, mientras que esta solo quiere jugar al futbol. A pesar de la representación típica, el mensaje de Jimena cuando abre la boca es para expresar sus propios deseos, para reafirmarse en su yo. Eso sí, en la declaración Maderito le dice lo guapa que es, sin decir otra característica de la chica, mientras que la chica le dice a Maderito lo fuerte y valiente que es, independientemente de lo guapo que es. Puro estereotipo. Es la representación del amor romántico. (Herrera, 2007)

El pequeño punto blanco en el cielo que no sirve para nada. Aunque no es un personaje como tal, el autor mantiene esta definición del punto blanco a lo largo de toda la historia; no es un punto blanco, es un “punto blanco que no sirve para nada”, insignificante en la inmensidad del cielo sin estrellas. La solución al grave problema de las estrellas, aquél para el que habían corrido peligros y bosques resulta que era el punto blanco del cielo que no servía para nada. De nuevo una lección: la cosa más insignificante, aquella que parecía no servir para nada y que nadie había tenido en cuenta era la clave para la resolución del problema. De nuevo los niños con un autoconcepto más bajo pueden encontrar consuelo en este personaje, que pase de ser insignificante y no servir para nada a jugar un papel fundamental en la resolución del problema.


Valores y contravalores

Los valores presentes en la historia son varios y variados, tal y como corresponde a un texto paraliterario con intención moralizante. Entre los valores que rezuma el lobro, tal y como hemos visto con anterioridad, podemos destacar: empatía, amor romántico, altruismo y trabajo en equipo.

El autor usa muchas veces un contravalor para explicar el punto positivo del valor sobre el que quiere moralizar, creando una dialéctica de valores muy útil para que los niños capten su mensaje. Por ejemplo, para valorar la empatía, presenta como contravalor la burla, el reírse de los demás o la soberbia de pensarse más que los demás. O frente al trabajo en equipo exitoso, muestra el fracaso de la no participación; frente a la alegría de la socialización y del participar en la sociedad, la tristeza mortecina del aislamiento y la soledad.

El libro tiene unas enseñanzas sobre valores y ética que a veces funciona por sí mismo, aunque hay otras maneras de exponer el concepto altruismo-egoísmo, por ejemplo, en el que Gregor debe regalar algo para ser feliz que no comparto. Creo que puede ser un buen punto de partida para que los niños debatan y expongan su unto de vista, aunque puede ser peligroso cuando están en plena época en la que acaban de soltar el egocentrismo, el mío y solo mío..Creo que el altruismo se puede y se debe dar de otra manera, no por buscar la felicidad propia implica que se tenga que desprender uno de algo. Está bien el compartir, sobre todo cuando el otro no tiene nada, pero este planteamiento de regalar para ser feliz, de darte al otro para ser feliz, me parece un concepto muy cristiano detrás del cual se esconde la culpa. 


Lenguaje

El autor usa lenguaje llano, con descripciones muy cortas construidas con adjetivos sencillos. El texto está trufado de guiños al lenguaje de los niños de 7-8 años y no duda en construir palabras o nombres sin significado académico, pero cargados de simbolismo y construidos siguiendo una lógica estricta, muy al estilo infantil. Así, los personajes se llaman: Doscinturones, Jimena Dealalmena, etc.

Las frases son cortas, casi nunca constan de más de dos oraciones sencillas, unidas por nexos de contraposición y alguna subordinada, aunque la mayoría son copulativas.

Otro recurso que usa el autor para aproximarse al modo de hablar de los niños es el uso abundante de interjecciones, escribiendo entre admiraciones muchas de las cosas que dicen los distintos personajes de la historia cuando hablan. Así, la gente de otros pueblos solían decir: “¡En el pueblo de Nadas nunca sucede nada!”[…]Pero la gene de Nadas le gustaba así, y decían: “Es mejor así. ¡Nos gusta tanto nuestro pueblo con sus personas alegres y sus personas tristes, con la gente que trabaja y la gente que descansa!"


Conclusión

Historia de Nadas presenta un mundo en la frontera entre lo fantástico y lo real, que puede ser perfecto para niños entre 7-9 años, pudiendo calar con los niños más avanzados de 7 años o los más retrasados de 9. Aunque todos son humanoides, los personajes tienen  alguna característica fantástica: Maderito nace de una raíz y está hecho de madera, el boxeador se vuelve azul cuando piensa, el alcalde es tan gordo que va rodando..

No es un libro literario porque prácticamente todas las historias que se organizan alrededor de la historia principal tiene una enseñanza moral que implica un refuerzo positivo para un comportamiento determinado, con lo que las moraleja moralizantes implícitas está presente en todo el libro. Además, la historia profundiza en el mito del héroe y la princesa, asuntos que, tal y como he expresado a lo largo del blog, considero que puede tener efectos perniciosos en el desarrollo psicológico y moral del niño si solo se emplean lecturas de esta índole en clase.

A pesar de todo, es un libro que ofrece muchísimas posibilidades y aspectos a trabajar con los niños. Aparte de ser un texto fácil de leer y con muchos roles que el niño puede enganchar con su simbolismo del mundo, las historias moralizantes presentan valores valiosos par el desempeño social del niño en la sociedad actual. No obstante, para sacar partido a esta característica que nos brinda Historia de Nadas, es más necesaria que nunca una lectura dialógica en la que los niños puedan expresar sus opiniones acerca de todos los valores expuestos de manera que, a raíz de lo que quiere transmitir el autor, sean los propios niños quienes decidan cómo asimilar esos conceptos.

Bibliografía

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niño, E. d. (1 de Enero de 1986). www.raco.cat. Recuperado el 8 de Diciembre de 2015, de www.raco.cat: http://www.raco.cat/index.php/educar/article/viewFile/42156/90048
Rigon, E. (2002). Cómo desarrollar la autoestima en los niños. Bilbao: Ediciones Mensajero.
Santrock. (2006). Psicología del desarrollo. El ciclo vital. Madrid: McGraw-Hill.