domingo, 18 de octubre de 2015

El monstruo peludo

Título: El monstruo peludo
Autor: Henriette Bichonnier
Ilustrador: Pef
Editorial: Edelvives
Fecha 1ª edición: 1982
Edad en la que me baso para realizar este análisis: 6 años


Para comenzar, la portada muestra en la parte superior las garras del monstruo que anuncia el título, en actividad amenazante sobre la cabeza de una niña, tratando de capturarla. La niña permanece, sin embargo, tranquila, con una sonrisa clara, mirando las garras fijamente mientras le arranca un pelo al monstruo peludo.

La idea del monstruo liga con una de las preocupaciones de los niños de 6 años porque a esa edad se inicia una evolución de los miedos infantiles. Se mantienen los de la etapa anterior (extraños, ruidos, etc.) pero van incrementándose los posibles estímulos potencialmente capaces de generar miedo. Ello va en paralelo al desarrollo cognitivo del niño, que se encuentra en pleno desarrollo de su incipiente pensamiento simbólico. Ahora pueden entrar en escena los estímulos imaginarios, los monstruos, la oscuridad, los fantasmas o las brujas. (Los miedos, 2006)

Es una portada que considero que puede atraer a los niños de 6 años, además de por lo expuesto anteriormente, porque el niño está en plena edad desafiante, en la que emplea su energía en ampliar el mundo conocido. La vida es ahora una aventura en la que ponen en relación ideas y conceptos nuevos. (Brusa & Bonet Luna, 2004)

Al coger el libro, comprobamos que es un ejemplar de 38 páginas, de cubiertas semiduras y tamaño 13x20 cm, por lo que es un volumen fácilmente manejable por los niños en la edad seleccionada. Las páginas interiores están satinadas y son de bastante gramaje, lo que las hace más resistentes a cualquier accidente que pueda sufrir el libro.

En el interior, predominan las ilustraciones a color sobre el texto, lo que ayuda a la comprensión de la historia por parte de los lectores. Hay que recordar que los lectores de 6 años tienen una comprensión lectora reducida, por lo que el uso de imágenes que les ayude a comprender la historia y disfrutar con ella, ya que “a valorar el sentido de la historia es mucho más importante que determinar el uso de palabras poco familiares, especialmente si la dificultad puede resolverse a través de la imagen”. (vida, 2001)


Contenido

El libro nos cuenta la historia de un monstruo peludo que vive en lo más profundo y oscuro del bosque, deseando cazar un ser humano para comer algo que sea mejor que los ratones que puede encontrar en su cueva. Un día atrapa a un rey, pero cuando se lo va a comer, el rey le propone que le traerá un niño, que son mucho más tiernos. El destino hace que el único niño que encuentre el rey sea su propia hija, a la que lleva a la cueva para que el monstruo se la coma. La niña, lejos de amedrentarse, se enfrenta al monstruo con su ingenio hasta que el monstruo explota transformándose en un príncipe, con el que se casa y vive feliz.

Pero considero que la verdadera historia subyacente en el libro es la de una niña que afronta las adversidades y peligros con confianza y valor. Nos cuenta cómo la niña es capaz de darle la vuelta al peligro de enfrentarse al monstruo relativizándolo y con buen sentido de humor. Al fin y al cabo, las cosas son como te las tomes, así que mejor con buen sentido de humor.

Es fácil para los niños de esa edad empezar con la protagonista porque, como hemos visto anteriormente, a esa edad comienzan a aventurarse en el mundo en busca de respuestas a las múltiples preguntas que tienen (¿por qué el postre va al final?¿por qué no se puede tocar la plancha después de usarla? –si es que no descubrieron la respuesta a esta pregunta previamente). Para ellos es normal que la niña vaya a la cueva del monstruo si con eso salva a su amado padre y, de regalo, ve cómo vive un monstruo de los que viven “en lo más profundo  y oscuro del bosque”. Es lo mismo que abrir la puerta de la habitación cuando está a oscuras...¿Qué habrá allí?

El enfrentamiento con el monstruo creo que puede enganchar a los niños porque la niña, lejos de amedrentarse, usa todas las armas que tiene a su alcance a los 6 años. Usa el pensamiento divergente e inconexo en un desafío de rimas, le enseña el culo al monstruo..En definitiva, triunfa con todo aquello que los niños de esa edad les gusta hacer y que los adultos le dicen que no se puede hacer. No olvidemos que la transgresión de normas y tabúes que ya conocen les proporciona una especial complacencia a esta edad porque representa una “transgresión de una represión ya interiorizada”. (vida, 2001)

Eso es lo que más me gusta del libro. Lejos de moralinas, saca el gamberrete que tiene el niño de 6 años para vencer a sus miedos. Porque los miedos de 6 años son propios de esa edad, tal y como hemos visto antes, y por eso mismo el niño se siente alineado con una protagonista que usa artimañas que el lector reconoce en sí mismo para salir airosa.


Estructura

La estructura es la típica de un cuento que presenta una introducción, un nudo y un desenlace. Todos los acontecimientos se realizan de manera lineal en el tiempo, lo que también ayuda a la comprensión por parte del lector de 6 años.


Personajes

La protagonista es una cría descarada, con la que los niños de 6 años es fácil que se sientan identificados por el momento evolutivo que hemos explicado anterior. Es irreverente, aparentemente despreocupada, pero saca su ingenio cuando lo necesita para enfrentarse al monstruo.

El resto de personajes lo forma el monstruo, representando los miedos que habitan en la oscuridad; el rey, que actúa de atribulado padre al que hay que ayudar; y el príncipe, que considero que, más allá que una pareja, es la recompensa por el trabajo bien hecho, y el apoyo emocional que necesita un niño de esa edad para enfrentarse al mundo en compañía de alguien bueno.


Valores y contravalores

La idea que subyace en la historia es el enfrentamiento con los miedos del niño, aunque en el libro sea tratado con humor por el público al que va destinado. La protagonista se enfrenta al monstruo de la oscuridad de manera resuelta porque afrontar las situaciones difíciles sin miedo es la mejor manera para poder salir de ellas airosos.

Por otro lado, la avaricia del monstruo que, cuando ya tenía al rey, prefiere dejarlo en libertad por algo mejor, le lleva a tener que enfrentarse con la heroína. Esta avaricia resultará fatal porque la niña lo derrota, con lo que no solo se queda sin nada, sino que explota desapareciendo como monstruo.


Lenguaje

El libro está escrito con frases cortas, usando un vocabulario muy directo y fácil de comprender.

La autora usa la rima como recurso humorístico, haciendo pareados sencillos que resultan atractivos a los niños (vida, 2001)

-¡Te arrepentirás de eso!
-¡Te huelen los pies a queso!

-Contaré hasta tres para que te calles: Una..
-¡Vete a mirar la luna!

También usa abundantemente la proposición copulativa “y” al comienzo de las oraciones para añadir información a lo ya dicho hasta entonces. Esto ayuda a la comprensión del texto porque reduce la dificultad que representaría el uso de oraciones subordinadas, al mismo tiempo que reproduce la manera natural que tienen los muchachos de 6 años de contar sus historias.: “Y entonces llegó el profe y nos dijo que nos calláramos”, “ Y entonces Juan Álvarez se tiró encima de Ricardo Ruiz”, etc

Ejemplos en el libro:

[…] te traeré hasta aquí.¿Comprendes?
-Sí-afirmó el rey
Y montó en su caballo y se fue.

[…]
Y le contó la promesa
que había hecho al monstruo.


Conclusión

Es un libro divertido, con un punto gamberrete que ayuda a conectar con los lectores más pequeños y que se puede utilizar como partida para trabajar los miedos de los muchachos y cómo afrontarlos.

Considero que es un libro para niños que acaban de empezar su andadura como lectores, por lo que podría ser un buen libro para empezar en primero de primaria. Es lo suficientemente atractivo para que los lectores más avanzados no se aburran, mientras que los más rezagados en los hábitos lectores pueden engancharse porque el libro no es muy largo y las ilustraciones ayudan a de manera capital a la comprensión de la historia.

Es un libro divertido, pero que puede dar mucho recorrido para plantear cuestiones valiosas al profesor. Usando las lecturas dialógicas de Flecha, se podrían plantear cuestiones para orientar el debate hacia las inteligencias múltiples de Gardner.

Por ejemplo, para trabajar la inteligencia intrapersonal, se podrían plantear preguntas como: ¿Qué te da miedo? ¿Qué haces para evitarlo?

Para la inteligencia intrapersonal, se podría plantear que, una vez expuestos lo miedos, otros alumnos plantearan posibles soluciones para superarlos.

Por supuesto, también se podrían plantear cuestiones para la inteligencia lingüística: ¿Serías capaz de hacer un pareado? O que uno haga una frase y otro la complete haciendo un pareado.. Eso sí, después de ver los pareados de nuestra heroína, yo no censuraría a mis alumnos por lo descarados que pudieran ser..¿O sí? :-P

Bibliografía

Brusa, M., & Bonet Luna, C. (Febrero de 2004). Desarrollo psicológico. AePap , 7.
Los miedos, i. (1 de Enero de 2006). Los miedos infantiles. Recuperado el 18 de Octubre de 2015, de http://www.fundaciongsr.org/: http://www.fundaciongsr.org/documentos/miedos.pdf
vida, L. y. (1 de Diciembre de 2001). http://www.peif.ufms.br/. Recuperado el 18 de Octubre de 2015, de http://www.peif.ufms.br/: http://www.peif.ufms.br/downloads/ensenanza-literatura-construccion-sentido_colomer.pdf


domingo, 4 de octubre de 2015

Mucho más que una tienda de libros..

Y por fin llegó el viernes, día señalado para realizar mi visita a La mar de letras. Intenté atraer a mi cita a una amiga y una cuñada, pero su ocupación de madres transformó su agenda para el viernes por la tarde en un cúmulo de acontecimientos que iban desde clases de piscina a cumpleaños en un parque de bolas, pasando por meriendas, clases de judo y no sé cuántas cosas más. Así que en cuanto terminé de trabajar, recogí a mi inefable Eva y nos fuimos para el centro de Madrid.

Mi planteamiento para el trabajo de Irune era seleccionar un libro para los lectores que están en torno a 6 años, y otro para los que se encuentran entre los 8 y 9 años. Con los primeros quiero aprender a conectar con las necesidades de los más pequeños, que son lo que me pillan más lejos de mi desarrollo evolutivo y con los que me cuesta más conectar y entender qué necesitan. Además, tengo un sobrino justo en esa edad y varios más que la alcanzarán pronto, así que la motivación está asegurada. Con los de 8-9 años quiero comprobar cómo de distintos son los niños ahora de cuando yo tenía esa edad y, de paso, comprobar si los recuerdos que tengo de mis sensaciones lectoras de esa época son genuinos o están distorsionados por el paso del tiempo.

Lo primero que me vino a la cabeza cuando vi la tienda por fuera fue agradecer a quien sea por mantener intacta mi capacidad de imaginar lugares que solo puedan existir en mi cabeza. Hablando claro: la tienda no se parecía en nada a la que había descrito en mi post. Para empezar, no había escaparate como tal, sino una puerta de de cristal de doble hoja a través de la que se podía ver el interior de la tienda. 

Nada más entrar en la minúscula tienda, nos encontramos con una de las dependientas, parapetada detrás de una pantalla de ordenador. La chica era bastante más joven de lo que me esperaba, simpática como me la esperaba, más enamorada de los libros y la lectura de lo que me esperaba. Un rápido vistazo a las repisas llenas de libros me bastó para reconocer que iba a necesitar ayuda profesional para poder elegir un libro con las características que Irune nos había indicado. “Pero de dónde han salido tantos libros infantiles? ¿Dónde han quedado esas librerías como Fuensanta, donde había cien mil libros, sí, pero tan solo una estantería de literatura infantil con mis queridos libros de El barco de vapor y Cuatro vientos (Noguer) para facilitarme la tarea de encontrar un libro de manera independiente?"- pensaba mientras mi mirada volaba de un sitio de una repisa al mismo sitio de la estantería de enfrente.

En un respiro de mi ensimismamiento acerté a presentarme, incluso llegué a balbucear detalles de la misión que me había llevado hasta allí: “Irune..nos ha mandado leer un libro..para un trabajo..un libro a partir de 5-6 años y otro a partir de 8-9 años..literario”. La chica se había levantado ya de su sitio y se había dirigido hacia la puerta, donde manipulaba con afán el pestillo de la puerta. Cuando se aseguró de que dejaba la tienda cerrada, se volvió hacia nosotros y nos indicó para que la siguiéramos a través de unas escaleras hacia el piso subterráneo. “Sabía que había otro piso”- me confirmaba a mí mismo.

Cuando llegamos a la estancia que imaginé que en tiempos habría sido una bodega, nos encontramos con más repisas llenas de libros. Mi primera impresión fue un poco de desilusión, ya que yo me esperaba ver mis dichosos libros de El barco de vapor, o poder manosear a mi antojo todos los libros que estaban en el rincón de primeros lectores para poder investigar a mi antojo. Pero la chica había notado mi duda y se afanaba en presentarme un libro tras otro, tratando de dar con la tecla de lo que le había solicitado. Los libros no estaban clasificados por edades, por lo que la dependienta se basaba en su criterio para  enseñarme libros. De vez en cuando me mostraba un libro: “Éste es un clásico”- me anunciaba mientras ponía en mis manos un libro cuya primera edición databa de 1978. “Un clásico de1978..La verdad es que se han editado más de 20 ediciones en esta colección..¿Será un clásico infantil…de verdad?”- mi resabidillo interior se resistía a reconocer que se le hubiera escapado un clásico durante tanto tiempo.

Poco a poco mi mente se fue abriendo para que le entrara la idea de que el tiempo pasa, de que hacía más de treinta años de mis incursiones en Fuensanta, que afortunadamente la literatura infantil había evolucionado y que ahora el ámbito no se tenía que quedar en El barco de vapor, las aventuras de Los cinco o las ediciones amarillentas de Celia que habían aparecido en el desván del pueblo. 

Además, ahora me estaba formando para ser profesor de primaria. Estaba allí para aprender qué libros recomendar una clase de tal manera que se despertara en ellos el ánimo e interés por la lectura, por lo que no quedaba otro camino que leer todo lo que pudiera de aquellas estanterías. Leer y compartir el estudio sobre el libro para poder aprender los criterios en los que basar mi elección. Un nuevo reto de aprendizaje se estaba abriendo en aquel momento, un recorrido en el que me equivocaré y acertaré, en el que recogeré lo que vaya sembrando en mi camino.

Entonces empecé a disfrutar de los sabios consejos de la dependienta y de aquel rincón lleno de libros encantadores. Eché un vistazo a los ejemplares que me había seleccionado la chica de la tienda y empecé a analizarlos acorde a los objetivos que me habían llevado a La mar de letras. Me quedé con El monstruo peludo y El secuestro de la bibliotecaria, pensando en Victor, mi sobrino de 6 años; y  con Catherine e Historia de Nadas, pensando en Javi y Álvaro, mis sobrinos de 7 y 8 años, respectivamente. 

Cuando subimos a pagar caí en la cuenta de que la chica que nos había atendido con todo su saber y cariño no tenía nombre. Era inaudito. Habíamos estado casi una hora compartiendo todos los libros que nos habían marcado la infancia y primeros años de adolescencia, dilucidando si este libro sería literario o no..¡y no nos habíamos presentado! “Me llamo Thaís”- contestó mientras manipulaba el pestillo de la puerta para abrir de nuevo la tienda al público-. "Si otra vez queréis comprar, me podéis llamar y os mando los libros donde me digáis.”



-Tranquila Thaís, creo que nos veremos muy a menudo en vuestro precioso Mar de Letras. Gracias por todo y…¡Hasta pronto!